jueves, 19 de julio de 2012

5/10/2011 Bloqueo governmental birmano a check-in-blog, Kalaw



Si me lo juran no me lo creo. El gobierno Birmano ha decidido que mi blog es lo suficientemente subversivo como para bloquearlo.
Lo que no entiendo es ¿cómo deciden hacer eso? ¿Tienen un ejército de espías mirando lo que escribimos en Internet? ¿Saben idiomas o hay palabras clave que conocen en todos los idiomas y cuando se usan se bloquea preventivamente?
¡Pues ya les vale¡ se podrían dedicar a cosas más edificantes.

Lo cierto es que desde que entré en mi blog en Bagan, ya no he podido acceder a él en ningún sitio por muchas piruetas que hacen los muchachos del cibercafé.
¿Que se le va a hacer? Paciencia, cuando llegue a México deberé emplear un día entero para poner en orden todo el material acumulado y subirlo al blog.

Me he levantado tardísimo, eso me pasa por trasnochar, el irse a la cama a las cinco de la mañana tiene esas cosas.

Tras la frustración de Internen (menos que la de ayer por ya conocida) me he dedicado a patear esta pequeña ciudad de poquitas casas con su mercado y su templo.
 La gente es encantadora y amable.
La comida en un restaurante Nepalés que tenía buena pinta fue un acierto.

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Repasando fotos he visto una que para mí es muy emotiva por los recuerdos que me trae al verla. La tomé el 25/9 en Yangón, era el camión del hielo que así le llamábamos cuando yo era pequeña.

Venía a traer el hielo a la bodega de al lado de casa un camión cada mañana a la misma hora. El hielo lo comprábamos pues en aquel entonces las neveras no hacían hielo, eran solo como un armario para la comida con un departamento para colocar el hielo que así mantenía todo frío.
Mi madre me mandaba a mí o a mi hermano Fernando que éramos los pequeños (sinónimo de los que hacen los recados). Íbamos con un cubo metálico y lo traíamos medio a arrastras porque pesaba mucho y nosotros éramos muy pequeños.
Lo especial para mí y los otros niños del barrio era la llegada del camión del hielo. Nos colocábamos en hilera alrededor de la trayectoria de los empleados llevando las barras desde el camión al bar.


Era una exigencia de los empleados ya que si nos poníamos en fila no repartían los trozos de hielo que inexorablemente siempre se producían y que chupábamos con gran deleite no produciendo mayor placer que ese ningún sofisticado helado de los muchos que he llegado a tomar en mi vida después.

Mañana tengo contratada un trekking de tres días hasta Inle Lake. Se ha puesto a llover mucho, espero que eso no estropee mi salida, parece que últimamente no logro ligar ninguno, siempre que lo intento, llueve.
Como en Darjeeling (India) que quería hacer alguno que otro pero no paró de llover.
El subir en globo para ver los mil templos y pagodas de Old Bagan tampoco pudo ser porque como llueve todos los días (solo un rato) no prestan este servicio.
Tampoco pude ir de Bagan a Mandalay navegando por el Ayeyarwaddy River por el mismo motivo, aun no ha empezado la temporada donde se ofrece esta posibilidad.
Está claro que he visitado el sudeste asiático muy pronto, tendría que haberlo iniciado en octubre que es el fin de los monzones.

Tendré que volver, está claro.

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