jueves, 19 de julio de 2012

8/9/2011 Palacio de la ciudad/Fiesta Krishna, Udaipur, Rajastán



El palacio de la ciudad, junto al lago, es una fortificación en una loma dentro de la ciudad de grandes dimensiones pero austera en sus decoraciones arquitectónicas así como en el escaso mobiliario que muestra.
Junto con Ros nos dirigimos a visitarlo después de ir a comprarme una nueva máquina de fotos, nos llevó un Rickshaws como siempre casi rozando a los otros vehículos, es asombrosa la precisión que tienen para poder pasar a escasos milímetros de otros conductores, peatones o vacas sin chocar.


El palacio fue construido en diferentes periodos pero todos guardaban armonía con el resto de la edificación.
A la entrada estaban los guías ofreciendo sus servicios pero a mí me gusta más ir a mi ritmo y pararme donde más me guste sin ser dirigida.
Como Ros tampoco quería llevar carabina cogimos un audio-guía cada uno que nos explicó la historia del palacio que es la historia de la ciudad.


Es tan grande el palacio que tardamos toda la mañana en visitarlo, realmente es hermoso con una ubicación estratégica y privilegiada, con vistas al lago Pichola y dominio visual de toda ciudad.....................................................Ya se lo montaban bien estos Rajputas.
No pude tomar fotos pues aún no tenía la batería de la nueva cámara cargada.


Las vistas del palacio iluminado por la noche son impresionantes.


Comimos en una terraza de un hotel que tenía un enorme cartel en su azotea que rezaba “recomendado en Lonely Planet, pagina 227 año2009” Me maravilló lo importante que es el salir en esa guía y como lo incorporan a sus letreros.


Por la tarde tuvimos la gran sorpresa que saliendo del hotel nos tropezamos con la fiesta más bulliciosa que he presenciado jamás. La sorpresa fue mayor por lo inesperado. Preguntando me enteré que era la fiesta de Krishna.


Las mujeres vestían hermosos saris de vivos colores adornadas con hennas sus manos. Los niños también vestidos de fiesta, muchos de ellos con los ojos pintados lo que les daba una especial profundidad a sus miradas.


Los hombres llevando altares adornados de flores y otras ofrendas como frutas a sus hombros. Les tiraban unos polvos de color rojo lo que les daba aspecto de estar ensangrentados. Esos polvos cubrían indistintamente tanto a los de la procesión como a los espectadores como nosotros que nos vimos rodeados por bandas musicales, procesiones de altares calle arriba calle abajo, camellos, caballos, muchachos en carretas, mujeres que desfilaban adornadas con sus mejores galas………………….Una loquería de gente y la música a todo volumen llevada en un carro con enormes altavoces, empujado por muchachos, en unas calles muy estrechas.


Delante del templo de Jagdish se abre un espacio formando una plazoleta donde se iban turnando cuadrillas de muchachos con un director de juegos haciendo malabarismos con fuego en los extremos de un largo palo que hacían rodar girándolos alrededor de su cuerpo con gran habilidad y destreza en sus muñecas.
También exhibían sus destrezas con las espadas y sacaban fuego de sus bocas.


Las escalinatas del templo estaban a rebosar de mujeres y niños que contemplaban el espectáculo siendo ellos mismos un bello espectáculo lleno de colorido.
En esa plazoleta se iban desarrollando diferentes demostraciones de los jóvenes que competían haciendo "más difícil todavía" y más espectacular posible, como el salto a través de un aro de fuego al que finalmente lo atravesaron de tubos fluorescentes y un joven se lanzo de cabeza contra ellos rompiéndolos y pasando felizmente el aro de fuego.


El bullicio ensordecedor duró toda la tarde. Nos fuimos a cenar a la terraza donde comimos al medio día pues la comida era realmente buena y la limpieza impecable para ser la India.

Fue una grata sorpresa el encontrarnos con este festival el último día de estancia en Udaipur.

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